domingo, 1 de febrero de 2015

LIBRO:"El Príncipe"

El príncipe, obra de Nicolás Maquiavelo, habla de cómo una persona debe gobernar  un estado, sea propio o conquistado. Los principados pueden ser:
ü  Hereditarios: son aquellos que ya viven bajo la dirigencia de un príncipe desde épocas remotas, estos mantienen la cultura, lengua, etc. El príncipe solo debe seguir los pasos de sus antepasados.
ü  Mixtos: estos son conquistados y deben adaptar el nuevo sistema impuesto por el príncipe. Presentan mayores dificultades a la hora de gobernarlos y la manera más fácil de lograr esto es radicarse en las nuevas tierras y gobernar directamente. Al obtener la soberanía por medio de las armas propias, se debe obrar como jefe y establecer claramente los nuevos estatutos.  Al obtener la soberanía por medio de la fortuna es más difícil mantenerla, ya que la obtienen de una manera muy fácil y al luchar por ella se les hace difícil.  Al obtener la soberanía por medio del rigor, debe asegurarse el príncipe de utilizarlo solo una vez, y no volver sobre este nunca más.
Existe el principado civil, en el cual gobierna un representante del pueblo, este debe mantener un equilibrio entre los intereses del pueblo y el de la elite.  Los Príncipes se sostienen a sí mismos, cuando tienen suficientes hombres y dinero forman un buen ejército, para dar batalla a cualquiera. Un Príncipe que tiene una ciudad fuerte y no se hace odiar en ella, no puede ser atacado.
 Los principados eclesiásticos son los que más fácilmente progresan, ya que reciben un fuerte apoyo religioso. También el príncipe debe estar en condiciones de defender sus tierras, para esto puede usar soldados mercenarios, que son peligrosos ya que se presentan valientes mientras están unidos pero se acobardan cuando se separan, además de que luchan a cambio de dinero. Los príncipes prefieren perder con sus armas antes que ganar con ajenas, ya que de esta manera quedan en deuda con los más poderosos y corren el riesgo de caer en la servidumbre.
Con respecto a su ejército, el príncipe debe asegurarse de mantenerlos con disciplina y orden, para que estos no se vuelvan contra él. Esto lo logra siendo ejemplo frente al ejército, en el aspecto físico y cultural, manteniéndose en forma y estudiando el arte de la guerra.  Además el príncipe debe presentarse ante súbditos un aspecto respetable, no deben tratarlo de débil, afeminado, duro, flexible, etc.
La liberalidad también es importante en el gobierno del príncipe, que no debe convertir a esta algo natural de los súbditos, ya que abusaran de ella y arruinaran al estado, de tal manera que le será imposible recuperarse. Ser temido y amado también aparece en la vida del príncipe, que debe crear un equilibrio entre ambos conceptos, ya que dependerá de los dos en determinadas situaciones. El príncipe también debe evitar ser odiado y despreciado, para evitar la rebelión del pueblo y la desestabilización de su poder.
El príncipe también debe preocuparse en obtener simpatía de los súbditos más ilustres, premiándolos frente a sus logros más destacados. Un Príncipe para conservar un buen ministro (secretario), debe honrarlo, enriquecerlo y entregarle la dignidad y cargos que él se merece.

Los príncipes de Italia perdieron sus estados por culpa de ejércitos débiles y en algunos casos de su propia fragilidad como “señor”.
Conclusión

El príncipe trata de cómo una persona puede obtener  el poder y gobernar un estado sin ser odiado ya que esto repercutirá en su gobierno. La obra presenta que para lograrlo no importan los medios al final es llegar al resultado deseado, sosteniéndose en la frase “el fin justifica los medios”.  Centra a la violencia como algo fundamental para mantener el orden dentro de un pueblo para llegar a un destino efectivo de tal manera que pueda ejercer el poder de manera correcta.